La Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Córdoba y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) te invitan a introducirte junto a tu alumnado en la divulgación científica a través de dos libros escritos por dos divulgadoras en los que podréis trabajar diferentes conceptos científicos de una manera amena y fácilmente comprensible.

Edición 2020

Portada de Papa ¿dónde se enchufa el sol?

Papá, ¿dónde se enchufa el sol?

Antonio Martínez Ron

Como a todos los niños, a Laura le encanta hacer preguntas. Durante muchas noches, cuando tenía entre 4 y 9 años, jugamos a un juego antes de dormir que consistía en que ella me hacía preguntas sobre el mundo y yo intentaba responder a sus dudas. Las preguntas eran tan divertidas y variadas que un día decidimos apuntarlas en una libreta para poder leerlas en el futuro, cuando ella fuera mayor. Luego se nos ocurrió que con ellas podíamos hacer un libro que sirviera a otros padres y otros niños para jugar a nuestro juego y para hacerse más y mejores preguntas que las nuestras. Las siguientes páginas contienen buena parte de aquellas preguntas originales que me hizo Laura y muchas de las respuestas con las que yo intenté saciar su curiosidad. Laura ya ha cumplido diez años y nosotros seguimos con el juego: estamos dispuestos a no dejar nunca de hacernos preguntas.

Portada de Nuestra mente nos engaña: sesgos y errores cognitivos que todos cometemos

Nuestra mente nos engaña: sesgos y errores cognitivos que todos cometemos

Helena Matute

¿Qué pensaría usted si le demostraran que no puede fiarse de sus sentidos, ya que mucho de lo que ve y lo que oye es una construcción de su mente? ¿Y si le dicen que buena parte de sus recuerdos son inventados y sus razonamientos el resultado de sus intereses más que de las leyes de la lógica? La mente humana es prodigiosa, pero está muy lejos de ser tan precisa y rigurosa como un ordenador: comete numerosos errores. Sin embargo, esas aparentes imperfecciones tienen su explicación, pues nos han servido para adaptarnos lo mejor posible al mundo en que nos ha tocado vivir.

Ahora bien, toda esa intuición y flexibilidad tiene un alto precio que a menudo pagamos en términos de errores, invenciones y engaños de nuestra propia mente. No hablamos de errores que cometemos de forma aleatoria, sino de aquellos en los que caemos todos de manera sistemática, como si estuviéramos programados (de hecho, lo estamos) para cometer ese mismo error. Es lo que solemos llamar "sesgos cognitivos".

Edición 2019

Portada de Eso no estaba en mi libro de historia de la ciencia

Eso no estaba en mi libro de historia de la ciencia

Eugenio Manuel Fernández

La historia de la ciencia atesora muerte por doquier, y no, los libros de historia no nos la suelen desvelar: científicos con prometedoras carreras truncadas por experimentos fallidos con desenlaces fatales, accidentes, asesinatos viles, además de envenenamientos, ejecuciones de toda clase, enfermedades exóticas, sobredosis de sustancias estupefacientes, mordeduras de ofidios ponzoñosos, caídas por precipicios, suicidios... Eso no estaba en mi libro de Historia de la Ciencia es una crónica negra veraz —con unas gotas de humor cuando es preciso—, con los protagonistas de esta disciplina como nunca antes se habían presentado a los lectores.

«Ha bastado un instante para cortarle la cabeza, pero Francia necesitará un siglo para que aparezca otra que se le pueda comparar», decía el matemático francés Joseph-Louis de Lagrange a su colega Jean-Baptiste J. Delambre tras la ejecución del célebre químico Antoine Lavoisier en la guillotina. Por su parte, Pierre Curie —Premio Nobel de Física en 1903 junto a su esposa Marie— falleció atropellado por un coche de caballos, a los 46 años, y con mucho trabajo por terminar. El celebérrimo Arquímedes de Siracusa murió anciano, pero por una muerte poco natural, pasado a espada por un soldado romano. Karen Wetterhan, experta en intoxicaciones por metales pesados, murió en 1997 tras experimentar con uno de ellos, el mercurio. La lista es interminable. Muchos son los científicos que han tenido vidas desgraciadas, que han sufrido accidentes, que han padecido enfermedades fortuitas, que han sido ejecutados, apuñalados, ahorcados, despeñados, o mordidos por algún bicho mortífero; y, para que cunda el pánico pero no caer en depresión si algún lector es científico, hemos salvado —en el último momento— a alguno de estos hombres y mujeres de la Ciencia... pero por muy poco.


Portada de El fin del mundo tal y como lo conocemos

El fin del mundo tal y como lo conocemos

Marta García Aller

Igual que en el siglo XX desaparecieron imperios que parecían eternos, preceptos morales que habían durado mil años y dogmas científicos que resultaron falsos, en el XXI vamos a decir adiós a muchas de esas tecnologías, costumbres e ideas que nos rodean desde que nacimos. Y la misma suerte que corrieron los videoclubs, el fax y la URSS, la vivirán en breve muchas de las profesiones y los aparatos que nos rodean, como los volantes y el mando a distancia.

¿Cuánto de lo que vemos se desvanecerá? Se avecina el fin de los idiomas y de las cajas registradoras. Y a medida que vamos olvidando cómo era el mundo antes de Google, desaparece la noción de privacidad, la costumbre de conversar y hasta el reloj biológico. Sin olvidar el más ambicioso de todos los avances que la ciencia espera lograr este siglo: el fin del envejecimiento.

En sintonía con los grandes reporteros y narradores de la actualidad, Marta García Aller nos sumerge en la transformación digital que vivimos y en los cambios culturales, tecnológicos y económicos que nos esperan en el siglo XXI. Lo hace charlando con expertos de prestigio mundial, pero también con ciudadanos de a pie, como el dependiente de la tienda que no teme la robotización; el alto directivo del motor que sueña con jubilarse antes de que los coches sean autónomos y el encargado de cuidar un viejo almacén de cabinas telefónicas.


Edición 2018

Portada de CIENTÍFICOS EN EL FIN DEL MUNDO

Científicos en el fin del mundo

Lorena Cabeza

A través del recorrido por un campo de investigación multidisciplinar y enormemente atractivo, este libro se adentra en las vivencias y descubrimientos de científicos y exploradores de las regiones polares y el cambio global.

El relato de los hechos más relevantes que sirvieron para acercar al hombre a los polos y las entrevistas a científicos españoles que trabajan hoy por que sepamos más sobre estos parajes sirven para dibujar un cuadro que narra a la vez dos historias: la de las regiones polares –cómo son y cómo se han relacionado con el hombre, cuál será su posible evolución y cómo influirá esta en el resto del globo– y la de los investigadores actuales, personas con nombres y apellidos que han convertido en su lugar de trabajo los que otrora fueron conocidos por ser auténticos infiernos helados.

Conversaciones directas con científicos como Andrés Barbosa, Angelo Camerlenghi, Carlos Duarte, Pedro Elosegui, Leopoldo García Sancho, Josep-María Gili, Jerónimo López, Pere Masqué (junto a su colaboradora Patricia Cámara) y Margarita Yela, revelan sus experiencias profesionales y vitales, expresadas en forma de narración en la que se intercalan sus palabras y sus vivencias. Todo adquiere una sugerente forma bajo la batuta de la periodista científica Lorena Cabeza, quien durante años ha estado inmersa en el ámbito de la exploración polar y la divulgación, y que con este trabajo compone una obra polifónica en la que da voz a algunos de los protagonistas de la ciencia polar de nuestro país.

Portada de Todo es cuestión de química

Todo es cuestión de química

Deborah García Bello

Todo es cuestión de química nos acerca al mundo de esta ciencia desde una mirada cercana y divulgativa. Si observamos nuestro entorno no es difícil preguntarse cosas como: ¿de qué están hechas las cosas?¿cómo se transforman unas cosas en otras?¿por qué son como son?

Este libro nos describe, a través de ejemplos cotidianos, muchos conceptos, desde qué es un átomo o una molécula, hasta cómo funciona una cerilla o una pila.

En él encontrarás explicaciones sencillas a temas complicados, con ilustraciones que te ayudarán a entender lo incomprensible.

Edición 2017

Portada de El científico que derrotó a Hitler

El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos de la historia de la ciencia

Alejandro Navarro Yáñez

¿Alan Turing? Un tipo que con catorce años recorrió en bicicleta los más de 90 kilómetros que le separaban de la escuela, y todo porque una huelga general amenazaba con estropearle su primer día de clase.» En la línea de los mejores ensayos de divulgación científica, Alejandro Navarro, bioquímico y doctor en organización de empresas, nos brinda la posibilidad de conocer los aspectos más fascinantes e insólitos de la herramienta más poderosa inventada por el hombre. Extraordinariamente ameno, El científico que derrotó a Hitler y otros ensayos sobre Historia de la Ciencia es un magnífico ensayo que combina el rigor científico e historiográfico con un estilo narrativo que atrapa desde la primera página al lector. ¡Para leerlo de un tirón! La historia de la ciencia es el relato de una increíble aventura que refleja las paradojas de la condición humana; el afán por conocer los secretos del universo que nos rodea y el dominio paulatino de la Naturaleza. Una senda tan llena de hazañas admirables como de errores antológicos, un camino repleto de héroes altruistas y personajes mezquinos, intereses nobles y espúreos, buenos y malos, cuerdos y locos, que han escrito y escriben las páginas más relevantes de esa fascinante senda desde el principio de los tiempos. Este libro nos conduce por algunos de los aspectos más sugestivos de la mayor empresa del ser humano, ya sean golpes de fortuna o supercherías, conflictos o destellos de genialidad. Navegando por sus páginas encontraremos tanto científicos célebres como genios casi olvidados, alquimistas, militares, espías y charlatanes. Presenciaremos conflictos sociales y religiosos, guerras sin cuartel o avances milagrosos, y nos asomaremos a lo que nos depara el futuro con una pizca de vértigo. «Autómatas que cantan, puertas automáticas para un templo, un cacharro que transforma el agua en vino... Puede que todo esto no suene extraño en absoluto, pero si los artefactos en cuestión tienen la friolera de 2000 años, seguro que la cosa cambia.


Portada de Los nativos digitales no existen

Los nativos digitales no existen

Susana Lluna y Javier Pedreira "Wicho"

La expresión nativo digital se suele usar para denominar a aquellos nacidos a partir de mediados de los 90, quienes supuestamente acostumbrados a la presencia de ordenadores y otros dispositivos digitales en sus vidas no necesitan que nadie les enseñe a utilizarlos, lo que en la opinión de los que firmamos este libro, y de muchas otras personas, es un error de bulto.

Muchos de ellos si los sacas de Instagram, Snapchat, YouTube o de los programas que utilizan para descargarse música y películas, son tan patosos como el que más. Tampoco tienen ni idea de sus derechos y deberes en esta era digital.

Tampoco los padres salen muy bien parados en esto: a menudo miran para otro lado en cuanto al uso de las mal llamadas nuevas tecnologías ?se les viene llamando así desde ni se sabe hace cuánto tiempo? y esperan que sea en el colegio donde se eduque a sus hijos al respecto, cuando en realidad esa educación tiene que tener lugar sobre todo en casa, y probablemente empezando con la adquisición de las competencias digitales pertinentes por parte de los padres.